Me pregunto si soy una madre #monoparental, #monomarental o #monomaternal. También podría ser #madresola o, realmente, madre a solas.
Leo por aquí y por allá artículos sobre el tema. Mujeres que protestan
porque monoparental les parece machista. Pero resulta que –le en El País- viene del latín parentes y la letra p se relaciona etimológicamente con parir.
Desde que inscribí a mi hijo en el Registro Civil –ardua tarea que me
llevó un año-, he escuchado esa horrenda expresión mil veces. “Es usted familia
monoparental”.
Ah, vale. Me doy por enterada. Soy monoparental. Me lo repetía a mí
misma, pero la verdad es que se me olvidaba, la palabra se me escurría por
algún desagüe. Sí, esto... no hay padre, soy padre y madre... Ah, monoparental.
Eso.
En la comisaría de policía para hacer el DNI: “Señora, necesito la
presencia de los dos padres”. Es que soy monoparental.
Cuando lo matriculé en el colegio. Soy madre sola.
Cuando le hice la tarjeta sanitaria. No hay padre.
Cuando en mis viajes he tenido que acabar con él en urgencias en algún
país extranjero. Soy la madre y el padre.
Supongo que sucederá lo mismo cuando lo inscriba en algún deporte, lo envíe a un campamento en el extranjero o cuando me presente a sus futuros suegros: no hay
consuegro, sorry.
¿Sorry? ¿Y por qué tengo que
pedir disculpas por ser madre y padre? Ser madre y padre es un trabajazo. Jugar
al fútbol y coserle los botones. ¿Es eso? No, hombre, no. Que ahora el fútbol
le gusta a las mujeres y nadie sabe coser botones. Me refiero a la parte emocional-hormonal.
A la parte de “te quiero, te quiero, pero no tengo la fuerza de un camionero”.
Esa parte hormonal de que mi hijo contemple con admiración a los padres fuertes
de los otros niños. No tiene que ver con la igualdad, al revés, tiene que ver
con la diferencia. Lo niños no son tontos y ven que entre hombres y mujeres
existen diferencias físicas.
¿Esa parte es tan importante? Pues oye, le buscaré
un referente masculino –alguien entre Superman y Paul Auster- y me pondré a
practicar con las pesas.
Y mientras, por favor, que me llamen madre, a solas.